« There's a place in the distance, a place that I've been dreaming of no more time. »
Cometemos errores, somos humanos. No es una excusa, es un hecho. A veces nos creemos más maduros de lo que realmente somos, más adultos. Creemos que nuestros actos siempre son los correctos, que lo que decimos es lo más adecuado, que lo que pensamos no es erróneo. Y nos equivocamos. Nos damos cuenta de ello demasiado tarde, cuando alguien ya ha sido partícipe de nuestra propia idiotez. Es entonces cuando maduramos. No sólo se madura con los golpes, también se madura con las propias experiencias. En eso, las redes sociales son las que hoy en día más "experiencias" generan. Lo que dices hoy quedará registrado mañana, la semana que viene y quizás también dentro de unos cuantos años. La gente lo leerá, no importa si en mayor o en menor cantidad, y lo recordará. No sólo lo recordarán ellos, si no que se cerciorarán de que tú tampoco lo olvides. Las redes sociales son peligrosas, peligrosas y adictivas. Te hacen creer que tienes razón y derecho a decir lo que te plazca porque nadie puede impedírtelo; y sí, es cierto, nadie puede impedírtelo; pero pueden echártelo en cara. Recordarte tus errores. Recordarte las palabras que has dicho y que ahora no sientes. Recordarte lo que has escrito y que ahora ni siquiera pensarías.
He aprendido demasiado tarde la diferencia entre vida privada y vida pública, la línea que separa ambos conceptos estuvo difusa a mis ojos durante un tiempo, un tiempo en el que dije cosas que quizás no debería haber dicho o que debería haber suavizado un poco más. He aprendido a convivir con ello, a convivir con mis errores, a aprender de ellos. Por eso y de ahora en adelante, marcaré aún más la diferencia entre lo que vivo y lo que enseño. Lo que pienso y lo que digo. Lo que siento y lo que demuestro. A veces he confundido mi blog con un diario sin darme cuenta de que un diario es privado, no algo que leen quinientas personas cada día. Me resulta imposible no contaros mis preocupaciones, mis alegrías, mis malas y buenas noticias... Pero he aprendido (y aprenderé) a hacerlo con más discreción y no alzando la voz a los cuatro vientos. A veces es bueno darse cuenta de tus errores y reconocerlos en público es el primer paso. Gracias por vuestra atención, vuestra paciencia y el apoyo incondicional que me mostráis muchos de vosotros a diario. Valéis oro, diamantes y lo que haga falta.
g l a s s e s & t e e - STREET MARKET. |•| s h o r t s - SHEINSIDE. |•| s n e a k e r s - CONVERSE.
Una vez pedidas las disculpas pertinentes y reconocidos los fallos que he podido cometer, procedo a intentar que os muráis de envidia con mis nuevos shorts. Desde hace varios meses, las prendas con Bart Simpson como protagonista han plagado no sólo las tiendas online sino también los armarios de muchas bloggers, llegando en muchas ocasiones hasta a aburrir. Lo cierto es que aunque medio planeta los tenga en sus manos, cada vez que me los pongo me siento como si fuese la primera persona en habérselos comprado: se han convertido en mi prenda favorita por excelencia y debo darle las gracias a She Inside por ello.
From months ago, Bart Simpson is everywhere you look: t-shirts, sweaters, sweatshirts and shorts. Yes, shorts: when I saw those shorts for the first time I knew they had to be mine, no matter what hard will be for me to get them. They appeared in loads of blogs, reaching boredom but when I wear them I feel like I'm the only one who has them, and I have to give my thanks to She Inside for that.
Aquellas personas que me seguís desde hace tiempo sabréis que cuando solía hacer listas de deseos, la tienda online en la que más me inspiraba era She Inside por la originalidad y exclusividad de sus prendas. Gracias a vosotros, todos aquellos que me leéis y seguís, dicha tienda me ha propuesto hace un mes colaborar con ella y, como era de esperar, no lo he dudado dos veces. ¡Al fin los shorts con los que llevaba soñando desde hacía más de un año podían ser míos! En aquellos momentos nada podía hacerme más feliz (sí, lo sé, a veces soy tan materialista que me produzco a mí misma ganas de matarme a sartenazos). Aprovechando la ocasión y haciendo uso de mi vena más friki, le saqué polvo a mi camiseta de Duff, agarré del moño a mi madre y le obligué a que me sacase las fotos que habéis podido ver. No son nada del otro mundo, mis poses son las mismas de siempre, pero esos pantalones merecen la pena y pretendo que os enamoren tanto como a mí.
These people who have been following me for a long time may know how much I love She Inside's clothes. Everytime I made a wishlist I introduced loads of clothes and items from that shop, so you can perfectly imagine how excited I was when their team contacted me to cooperate with them, and that's all because of you: the people who read and visit my blog made this cooperation possible. At last the shorts I've dreaming of for so long will be mine! I just couldn't believe it and when they came home, I took my camera, grabbed my mum out with me and took the pictures you can see in this entry. They aren't good enough and I'm striking the same pose as always, but those shorts worth it. Don't you think?