« I look inside myself and see my heart is black, I see my red door and I must have painted it black. »
¿Puede un ser humano resistir durante mucho tiempo el peso de la frustración? ¿Cuántas veces puede mirarse una persona en el espejo sabiendo que se desconoce?
Me carcome la ansiedad de estar viviendo en un mundo repleto de conocimientos infinitos sin saber a ciencia cierta si mi retina, o mi capacidad, están preparadas o fabricadas para mirar a mi alrededor y comprenderlo todo en su mayor medida sin necesidad de parpadear antes dos veces con perplejidad. Me carcome la duda de no saber si mis sentidos son capaces de leer entre líneas el libro de la Humanidad y la Realidad. Me asusta que a ojos de mi percepción, los nimios detalles de los que quiero empaparme sean imperceptibles.
¿Es posible que haya dentro de una persona tantas ansias de conocer que permanezca ignorante hasta el fin de sus días? ¿Es posible que el deseo de saber pueda nacer y crecer en alguien destinado a desarrollarse siempre entre las mismas cuatro paredes? ¿Es posible que una conciencia inconscientemente inmóvil tenga deseos de expandirse?
Sé que quiero, ¿pero realmente puedo?

s u n g l a s s e s - ZARA. |•| d u n g a r e e - SECOND HAND. |•| t - s h i r t - OASAP. |•|
s h o e s -PULL & BEAR.
Cuando tenía una melena considerable nunca fui mucho de recogérmela, pero todos sabemos que en muchas ocasiones el "culo veo, culo quiero" es inevitable y bastó que me cortase el pelo para que empezase a echar de menos llevar trenzas. Ahora, que hace más de un año y medio que me lo corté, ha crecido lo suficiente como para poder volver a experimentar con él y al fin, después de tanto tiempo, pude salir a la calle de nuevo con ellas en forma de corona.
Las fotos fueron sacadas en Ferrol, donde pasaré estos últimos meses del año, y en ellas estreno dos cosas: la preciosa imitación de Dr. Martens de PULL AND BEAR sobre la que me abalancé nada más verla en la tienda, y una de las camisetas que menos me pongo pero que más me gustan, de OASAP; porque no hace falta tener seis años para ser una fanática de los Looney Tunes, y punto.
Hasta que esté oficialmente instalada en Ferrol dentro de unos cuantos días tendré problemas para actualizar todo lo que quisiera, pues ahora mismo en Santiago no dispongo de internet en casa, pero de todas formas ahora que he vuelto a coger carrerilla tengo un montón de fotos que enseñaros y, quizás, algún que otro proyecto que contaros, ¡así que estad atentos/as!